La vida y el trabajo está lleno de decisiones y el tiempo suele decir si la decisión fue acertada o no. Pero ¿realmente lo fue? Normalmente atribuimos una decisión acertada aquella que con el tiempo vemos que ha sido beneficioso para nosotros y cumplió con lo esperado. Sin embargo, habría que destacar que muchas veces pueden existir una multitud de opciones acertadas. En este caso, la pregunta más idónea sería ¿Sabes elegir la decisión más acertada? Basado en esta idea nace el concepto de coste de oportunidad.
El coste de oportunidad es el valor que estás sacrificando por tomar una decisión. Imagina que tienes una PYME y estás considerando dos opciones: invertir en un nuevo equipo para aumentar la producción o destinar esos recursos a una campaña de marketing. Aquello a lo que renuncias al elegir una opción sobre la otra es lo que se conoce como el «coste de oportunidad». En otras palabras, es el valor de la mejor alternativa que se sacrifica al tomar una decisión.
El coste de oportunidad no significa un «coste como tal», sino que has sacrificado ganar ese dinero por haber elegido dicha opción (aparentemente no es la mejor). En este sentido, queda claro que el coste de oportunidad que hay que buscar es 0 y, por tanto, significará que hemos elegido la mejor opción.
Sin embargo, en la vida real, las decisiones rara vez son tan simples y claras de determinar. Es posible que una opción tenga beneficios a largo plazo que no se reflejen completamente en su valor monetario. Por ejemplo, una campaña de marketing exitosa podría aumentar las ventas de manera sostenida en el futuro, lo que hace que su valor potencial sea mucho mayor que el costo inicial.
Existen diversos tipos de costes de oportunidad. Aquí te menciono 2 para tu vida profesional y un tercero para la vida personal:
- Explícito: Es tangible y cuantificable. un coste de inversión muy claro que con una calculadora tendría claro que hacer. por ejemplo, invertir aquí me da un 4% pero allí un 6%.
- Implícito: Se trata de un coste que no se puede cuantificar de manera tan exacta. Por ejemplo, las horas extras que tendrás que dedicar por aquella elección, el esfuerzo requerido, etc.
- Tiempo: En el mundo profesional suele traducirse en valor monetario, pero el coste de oportunidad también está en la vida personal, y para ello es mejor medirlo con el tiempo.
Existen otros como el coste ambiental, social etc. Todas ellas muestran la complejidad de las decisiones y dependiendo del foco que le pongas y la atención a calcular este coste podrás determinar no solo la decisión acertada, sino la mejor decisión posible.
El coste de oportunidad es una herramienta valiosa para la toma de decisiones empresariales. Al comprender que se está sacrificando al elegir una opción sobre otra, las PYMES pueden tomar decisiones más informadas y maximizar su potencial de crecimiento y rentabilidad. Recuerda pensar y evaluar todas las opciones disponibles y considerar no solo el costo inicial, sino también los beneficios o riesgos a largo plazo.